En cualquier centro de educación infantil es muy importante ser conocedor de los ritmos de descanso de los pequeños, ya que si un adulto necesita tiempos de descanso para poder seguir con su actividad diaria, un niño o niño deberá igualmente equilibrar su balanza de actividad y reposo. En Trazos, como guardería en Albacete especializada en edad infantil, entre cero y tres años, comprendemos la importancia de esta suma de energía y calma, de juegos y pausas.
Pero, ¿por qué es tan fundamental el respeto del descanso en el niño/a?. Te lo explicamos.
En cualquier persona, pero especialmente en aquellos niños/as en edad infantil el descanso supone un tiempo necesario para la posterior evolución física y mental. Sin descanso se pueden producir trastornos en atención, aprendizaje y memoria en los más pequeños. De ahí que regular el equilibrio entre los tiempos de actividad y los tiempos de descanso debe ser una misión obligada para cualquier centro de Educación Infantil.
Por un lado para crear buenos hábitos de descanso y sueño que favorezcan a la práctica de una vida saludable. Por otro, para generar seguridad, confianza y estabilidad para el niño, evitando procesos de estrés, nervios o agotamiento.
En esa tarea por buscar un equilibrio entre las actividades infantiles y el descanso, el educador debe tener en cuenta un aspecto fundamental: no todos somos iguales, una diferencia que se nota especialmente en los niños. Por eso es necesario tener en cuenta los ritmos individuales de cada pequeño, para que el rendimiento sea óptimo en cada caso.
Podemos caer en el error de que el descanso es simplemente el reposo físico y la ausencia de actividad, pero para los niños y las niñas esto no siempre es así. También existe la opción de que los pequeños prefieran descansar de una forma más dinámica. Esto es, cambiando de forma más regular las actividades que hacemos con la clase, ya que los pequeños no tienen la capacidad para mantener la atención durante mucho tiempo en un mismo proyecto.
Los educadores deben alternar las actividades que se realizan a lo largo del día. Hacer actividades que exijan más desgaste físico con otras que requieran más atención y después juegos tranquilos y lúdicos. Lo que es necesario comprender es que cambiar de actividad de manera frecuente retrasa que aparezca la fatiga entre los más pequeños.
Hay una serie de pautas generales que debemos valorar a la hora de organizar las actividades, que son:
–Planificar el trabajo teniendo siempre en cuenta los ritmos de conjunto e individuales de cada pequeño. Solo el tutor de cada grupo de alumnos será conocedor de primera mano de las características específicas de cada alumno de su aula y como adaptar esta combinación de actividad-descanso en el grupo según las necesidades observadas.
–Las horas en las que habitualmente los niños están más atentos suelen ser las primeras de la mañana, que podemos usar para poner aquellas que requieran un mayor esfuerzo de tipo cognitivo. Por lo tanto, a medida que vaya pasando la mañana, podemos reducir el nivel de las actividades para que el nivel de excitación que se genere no termine por afectar a los ritmos de sueño de los pequeños.
-Adecuar siempre el nivel de las actividades a cada niña o niño, para que no aparezcan sentimientos de frustración, aburrimiento, fatiga, etc.
–No realizar actividades muy estimulantes justo antes de ponerlos a dormir. Lo ideal en este momento son las actividades más tranquilas que puedan favorecer el sueño de los pequeños.
–Alternar las actividades que impliquen adquisición de hábitos con otras de juego y trabajo lúdico.
–Crear un horario estable para las rutinas que se repitan a diario.
-Evitar actividades demasiado largas, ya que terminan por perder la atención de los pequeños y dejan por lo tanto de cumplir su función.
–Realizar pausas de unos cinco o diez minutos entre las actividades para que los peques se relajen.
–Conocer las pautas que cada niño sigue en su hogar, ya que puede ayudar a que los niños se impliquen más en la realización de las rutinas del día a día (recoger los juguetes, lavarse los dientes y las manos, etc.)
Cualquier centro de educación infantil de Albacete debe de establecer de forma clara los ritmos de actividad y descanso de los pequeños. En Trazos Albacete todos los momentos de la jornada tienen carácter educativo. En el primer ciclo se presta especial atención a los ritmos de actividad y descanso. Así como a sus necesidades básicas, aseo, descanso, sueño, afecto y juego.
Esa es una de nuestra máximas educativas, que junto a la especial atención a la diversidad, el enfoque globalizador, la educación emocional, el aprendizaje significativo, el valor del juego, la organización de espacios y tiempos o la importancia de la fantasía y de la creatividad, forman parte de la didáctica y metodología infantil de nuestro centro de Escuela Infantil en Albacete.
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