¿Qué es el método Doman? ¿En qué consiste?
El método Doman surge en EEUU de la mano de un médico fisioterapeuta llamado Glenn Doman, que trabajaba con niños lesionados cerebrales. De su experiencia en este campo comienza a desarrollar una forma peculiar de estimular a sus pacientes.
Desde Trazos, Centro de Educación Infantil en Albacete queremos contarte un poco más acerca de este método a aplicar entre los niños más pequeños.
¿En qué consiste la fórmula de Glenn Doman?
Se da cuenta, además, de que los niños, cuando son pequeños, aprenden con gran rapidez una inmensa cantidad de cosas que, si pudiéramos compararla con lo que adquirimos posteriormente en otros momentos evolutivos, es significativamente mayor. Así, en los seis primeros años de vida, un niño aprende a hablar y comunicarse, a caminar, saltar, correr, tragar, masticar, percibir lo que hay en su entorno inmediato e interpretarlo, etc. Y todo ello, con el único objetivo de poder sobrevivir. Doman interpreta que esta rapidez para el aprendizaje se debe a la necesidad vital de desarrollar todas estas habilidades en tan poco tiempo. En este sentido, para él, cuanto más crece un niño, más “pierde” esta agilidad y, al conocer más datos de su entorno y “dominarlo”, decrece el ansia inicial por aprender.
Por ello, el Método Doman está pensado para ser desarrollado especialmente en los seis-siete primeros años de vida. En este sentido, nuestros alumnos estarían en una edad muy adecuada para trabajar con ellos: son totalmente receptivos y están motivados por aprender cosas nuevas e interesantes.
La percepción visual como estímulo
Aunque se usa la estimulación desde diversas modalidades sensoriales, en el Método Doman se hace especial hincapié en la percepción visual como estímulo que proporciona datos o información al cerebro. Estos estímulos que proporcionan datos o información al cerebro. Estos estímulos están constantemente llegando al niño y, dependiendo de la cantidad y calidad de los mismos así es el desarrollo neurológico del menor, influyendo también la forma en que se le presenten para que sea adecuada a su funcionamiento cerebral.
Así pues, otro de los aspectos diferenciales de este método es la manera en la cual se presentan los estímulos. Éstos deben cumplir cuatro características (independientemente de su modalidad sensorial).
- Deben tener suficiente intensidad.
- Debe presentarse con la suficiente frecuencia.
- Debe darse al niño oportunidades “ilimitadas” para poder actuar y usar los aprendizajes que hace a partir de dichos estímulos.
- Deben tener una adecuada duración. Este es probablemente, otro de los aspectos diferenciales del Método, ya que Doman afirma que los estímulos resultan tanto más eficaces cuanto más breves son, ya que los niños son muy rápidos para captarlos siendo “neurológicamente muy rápidos”. De este modo, los pequeños tienen una atención muy dispersa a ojos de los adultos, cuando, en realidad lo que les pasa es que no necesitan dedicarle más tiempo a percibir lo que les rodea. Uno de los mayores errores de la enseñanza tradicional es, precisamente, el exigir a los niños pequeños que presten atención a las actividades del aula, cuando él necesitaría mucho menos tiempo. La consecuencia natural es el aburrimiento.
Método eficaz en diferentes entornos
Con estas ideas, llegamos al método en sí mismo que, aunque nace con vocación de ayudar a los niños lesionados cerebrales, experiencias posteriores han mostrado su eficacia en otros entornos estimulatorios o reeducativos, o en niños sin discapacidad, ya que, en palabras de Doman, “no hay que tener miedo a que una excesiva cantidad de información sea nociva. Nunca hay peligro de que se produzca una “indigestión neurológica”. Nunca hay peligro de saber demasiado».
Te recordamos que en nuestra guardería en Albacete aplicamos métodos para fomentar el aprendizaje temprano entre nuestros alumnos.