El papel del maestro/a en la detección de problemas en la infancia
Cuando los padres no han detectado una conducta o comportamiento especial en su hijo o hija son los educadores aquellos que reparan en ello. El maestro o maestra juega un papel importantísimo en la detección de todo tipo de problemas en la infancia. Los niños pasan la mayor parte del día en el colegio. Es por eso, que es importante que estén pendientes de las reacciones de los niños y niñas que forman parte del aula.
En ocasiones se trata de retrasos en el lenguaje, deficits de atención o incluso problemas o defectos en la salud. ¿Cuál es el procedimiento a seguir en estos casos?
Algunos ejemplos de problemas en la infancia
Podríamos hablar de el papel del maestro/a en la detección de las parasitosis en los niños/as, pero también, cualquier enfermedad crónica o defecto sensorial del niño/a.
Son los maestros/as, en muchas ocasiones, los primeros en darse cuenta de si su alumno/a está aquejado de un defecto visual, de un defecto auditivo o de cualquier otra índole, que pueden condicionar su aprendizaje y llevarle a un fracaso escolar futuro.
Es importante, por tanto, que los maestros/as estén informados de las enfermedades que padezcan sus alumnos/as. Si algún alumno/a es diabético, epiléptico o, si tiene alguna enfermedad crónica. El maestro/a debe saber cómo actuar en los casos en los que esa enfermedad se manifieste.
Si tenemos un diabético en clase puede ocurrir que, en el tiempo que permanece en el centro les puede dar una hipoglucemia, ésta se manifiesta con temblores, sudores…, debemos saber detectarla y actuar. Del mismo modo, el maestro debe saber que cuando en su clase los niños/as empiezan a rascarse la cabeza es que se puede estar desarrollando una pediculosis capitis. Si se advierte esto, debemos avisar inmediatamente a los padres para que pongan remedio.
¿Qué debe observar el docente?
Cuando el docente observe conductas obsesivas, carencias de lenguaje verbal, uso poco apropiado de los objetos de la clase, dispersión en la mirada. Frustraciones continuas, excesiva actividad, incapacidad para señalar es posible que nos encontremos con un niño o niña con problemas o necesidades especiales.
En esos casos, los maestros deberán avisar a los padres, enfocando el caso de manera informativa, expresando y exponiendo lo observado sin juzgar al alumno, aportando recomendaciones y ofreciendo el apoyo necesario por parte de su figura y la del resto de personal que conforman el centro educativo.
Una vez el niño sea evaluado correctamente de su problema, se deberá usar un modelo de enseñanza que implique e integre al niño dentro de la evolución normal del aula, aunque adaptando en la medida de lo posible las actividades y recursos a sus necesidades particulares.
El trabajo coordinado entre personal educativo, familia y profesionales terapeúticos será fundamental para la detección de problemas y para mejorar el desarrollo del niño o niña.